jueves, 9 de octubre de 2025

9 de octubre

 


Hoy celebramos el día de nuestra tierra: la que fue arrebatada y reconquistada, defendida con coraje y levantada con esfuerzo. La Comunitat Valenciana no solo es historia, es alma. Es la huerta fértil que alimenta, el mar que nos abraza y el viento que susurra entre montañas, viñas y naranjos.

Tierra rica y generosa con quien la trabaja, cuna de tradiciones, de fuego y música, de fiesta y palabra. Aquí decimos “cheee” para llamar al amigo, “auuuu” para despedirlo, y esperamos “a poqueta nit” para disfrutar de la calma dorada del atardecer.

Esta tierra no se posee: se hereda, se cuida y se ama. Somos los hijos y las hijas de un legado que nos une, y tenemos la obligación —y el honor— de mantenerlo vivo, para que nuestras raíces sigan creciendo firmes y orgullosas.

Hui celebren el día de la nostra terra: la que va ser arrabassada i reconquerida, defesa amb coratge i alçada amb esforç. La Comunitat Valenciana no sols és història, és ànima. És l'horta fèrtil que alimenta, la mar que ens abraça i el vent que murmura entre muntanyes, vinyes i tarongers.

Terra rica i generosa amb qui la treballa, bressol de tradicions, de foc i música, de festa i paraula. Ací diem “cheee” per a cridar a l'amic, “auuuu” per a acomiadar-ho, i esperem “a poqueta nit” per a gaudir de la calma daurada del capvespre.

Esta terra no es posseïx: s'hereta, es cuida i s'estima. Som els fills i les filles d'un llegat que ens unix, i tenim l'obligació —i l'honor— de mantindre'l viu, perquè les nostres arrels continuen creixent fermes i orgulloses.

jueves, 25 de septiembre de 2025

Los lunes al sol

 

En el silencio de la viña, una uva madura cuelga como joya dorada.

Su piel, teñida de un elegante resplandor, guarda en su interior la dulzura que el sol ha tejido día tras día.  La uva no se apresura, espera el instante en que la calidez del sol y la caricia del viento la transformen en un fruto pleno. Y en esa fusión perfecta entre la luz dorada de un atardecer y el brillo de la uva madura, la naturaleza nos recuerda que la belleza y la dulzura nacen de la espera y del ritmo sereno del tiempo.

En el silenci de la vinya, un raïm madur penja com a joia daurada.

La seva pell, tenyida d'una elegant resplendor, guarda a dins la dolçor que el sol ha teixit dia a dia. El raïm no s'afanya, espera l'instant que la calidesa del sol i la carícia del vent la transformin en un fruit ple. I en aquesta fusió perfecta entre la llum daurada d´una poqueta nit i la brillantor del raïm madur, la natura ens recorda en este cas  que la bellesa i la dolçor neixen de l'espera i del ritme serè del temps.



martes, 25 de febrero de 2025

Las palabras se las lleva el viento, la vivencia se queda en la memoria


  La brisa se desliza con suavidad, acariciando las cortinas que, como sedosas danzarinas, se agitan al compás de un murmullo ancestral. Cada pliegue en movimiento evoca la calma y la devoción de un instante suspendido en el tiempo, donde la espiritualidad se mezcla con lo cotidiano.

De fondo, el sonido vivaz y cercano de los niños en la escuela se hace presente. Voces y murmullos que, en un irónico contraste, realzan la paz del recinto. Esa amalgama de sonidos—la tranquilidad mística del templo y la energía vibrante de la infancia—crea una sinfonía única, recordándonos que la serenidad también habita en el bullicio cotidiano.
En ese ambiente de sutil dualidad, el alma encuentra refugio, y la brisa se convierte en mensajera de un equilibrio perfecto entre lo sagrado y lo mundano, invitando a una reflexión profunda sobre la armonía que se esconde en cada rincón de la existencia.
Esta es una de las experiencias que puedes percibir si durante tu visita abres el corazón y la mente a sensaciones nuevas.